La trágica historia de Kiki Herrera Calles y su tormentosa relación con José José

La historia de Kiki Herrera Calles, una mujer que nació en el seno de la alta sociedad mexicana, es una de esas que dejó una profunda huella en la vida de aquellos que la conocieron. Descrita como una mujer encantadora, capaz de llenar de alegría cualquier lugar al que iba, su vida estuvo marcada por decisiones que la llevaron a un destino trágico. A lo largo de su vida, Kiki sufrió las consecuencias de un matrimonio fallido con uno de los más grandes íconos de la música mexicana: José José.

FALLECIÓ SOLA TRISTE POR INTENTAR COMPRAR EL AMOR DE FAMOSO ACTOR Y CANTANTE  - YouTube

Un encuentro lleno de promesas y glamour

A principios de la década de los 70, José José, quien ya había alcanzado una cierta notoriedad al obtener el segundo lugar en el Festival de la Canción OTI, conoció a Natalia “Kiki” Herrera Calles. Para ese entonces, Kiki era una mujer divorciada con tres hijos, nieta del expresidente mexicano Plutarco Elías Calles, y miembro de la alta sociedad. Su carrera como actriz había sido exitosa, participando en más de 20 películas y obteniendo una sólida reputación dentro de la cinematografía mexicana.

A pesar de su prestigio social y de contar con una carrera consolidada en el cine, Kiki llevaba una vida desordenada, lo que contrastaba con la humildad y la precariedad con las que José José había crecido. La diferencia de edad entre ambos, de 20 años, fue uno de los primeros obstáculos que la relación enfrentó. Sin embargo, el encanto de la vida glamurosa de Kiki sedujo rápidamente al “Príncipe de la Canción”, quien vio en ella una oportunidad para ascender en la sociedad y mejorar su situación económica.

Un matrimonio que comenzó con pasión, pero terminó en conflicto

A pesar de la diferencia de edades y de clases sociales, la relación entre José José y Kiki comenzó con una gran pasión, lo que inspiró al cantante a componer algunas de sus canciones más emblemáticas. Sin embargo, los problemas no tardaron en aparecer. La diferencia de edades, los celos de Kiki, y las tensiones con las familias de ambos, que desaprobaban la relación, crearon un ambiente tóxico.

Durante los 18 meses que duró su matrimonio, José José vio su carrera despegar de manera meteórica, pero también comenzó a sucumbir al exceso de alcohol. Trataba de lidiar con el rápido ascenso a la fama, pero las presiones y obstáculos lo llevaron a refugiarse en el alcohol como una forma de evadir las dificultades. Este comportamiento tuvo consecuencias devastadoras para su relación con Kiki, que fue una de las principales víctimas de la creciente adicción de su esposo.

Finalmente, en 1973, el matrimonio de José José y Kiki terminó en divorcio. A pesar de la separación, Kiki seguía enamorada de él y nunca dejó de sufrir por el amor perdido. La situación de Kiki después del divorcio fue aún más dolorosa, ya que vivió años de profunda soledad y depresión, siendo rechazada por su propia familia y círculo social. A pesar de ser una mujer adinerada, Kiki prefería visitar lugares modestos y solitarios, donde podía compartir sus recuerdos y canciones con la gente común, siempre acompañada de una copa.

José José: la sombría historia detrás de la muerte de Kiki, su primera  esposa | SALTAR-INTRO | EL COMERCIO PERÚ

Un reencuentro con Anel Noreña y la sombra de Kiki

A pesar del tumultuoso fin de su matrimonio con Kiki, José José continuó adelante con su vida y, en 1976, se casó con Anel Noreña, una mujer que había sido su novia antes de conocer a Kiki. Anel, aún enamorada de él, se acercó nuevamente a Andrés García para pedirle ayuda en reconectar con su ex. Andrés, siempre dispuesto a ayudar a sus amigos, organizó una sorpresa para que Anel y José José se reencontraran, lo que culminó en su matrimonio en 1976.

Por otro lado, Kiki, que seguía sufriendo por la ruptura con el cantante, quedó marginada socialmente. A menudo se rumoreaba que ella había sido la que introdujo a José José en los vicios y que incluso le había lanzado una maldición. Sin embargo, los que la conocieron aseguran que Kiki era una mujer apasionada que simplemente se enamoró locamente, y que sus dificultades eran producto de un amor no correspondido y de su lucha interna.

La trágica muerte de Kiki

En 1983, la vida de Kiki Herrera Calles terminó de manera trágica. A los 55 años, sufrió un accidente fatal en un cruce ferroviario. Se decía que su auto quedó atascado en las vías, y su tacón se enredó en el pedal del freno, lo que le impidió escapar a tiempo y la llevó a ser atropellada por un tren. Sin embargo, la extraña circunstancia de su muerte, con el automóvil casi intacto pero su cuerpo en un estado devastador, levantó sospechas sobre si realmente se trató de un accidente.

Carlos Marín, periodista de la revista Proceso, sugirió que la muerte de Kiki podría no haber sido un simple accidente. Señaló que podrían haber existido conflictos de intereses económicos en su zona residencial, donde Kiki había sido un obstáculo en el desarrollo inmobiliario, lo que generó especulaciones sobre posibles motivos detrás de su trágico final.

El legado artístico de Kiki

A pesar de las dificultades que atravesó en su vida personal, Kiki Herrera Calles dejó una huella significativa en el cine y la televisión mexicana. Su papel más recordado fue en la serie Corazón salvaje (1977), donde interpretó a Catalina, un personaje que la hizo muy popular en la televisión. A lo largo de 129 episodios, Kiki mostró su talento para capturar el drama de la historia en uno de los grandes clásicos televisivos de la época.

También participó en otras producciones de gran relevancia, como Juego de mentiras (1967) y La venganza de La Llorona (1974), donde interpretó a doña Eugenia Esparza. A pesar de una carrera relativamente corta, su habilidad para interpretar papeles complejos la convirtió en una actriz respetada.

Conclusión

La historia de Kiki Herrera Calles es una de esas que refleja la tragedia de la vida y la lucha por encontrar el amor verdadero. Su relación con José José, aunque llena de pasión, estuvo marcada por la manipulación, los celos y las tensiones internas de ambos. A pesar de su éxito en el cine y la televisión, Kiki vivió una vida de soledad y sufrimiento, lo que culminó en una muerte trágica que sigue siendo objeto de especulación. La representación de su vida en la serie José José, el príncipe de la canción ha reavivado el interés por su historia, asegurando que su legado artístico y su trágica historia personal no sean olvidados.