El 22 de febrero, Andrea Legarreta y Erik Rubín sorprendieron al anunciar su separación, describiendo que su amor había evolucionado.

A pesar de la falta de detalles en ese momento, Erik Rubín posteriormente reveló que la ruptura podría ser temporal, manteniendo abierta la posibilidad de una reconciliación.

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En una entrevista con la revista ‘Quién’, el cantante explicó que están tomando una pausa en su matrimonio, con la esperanza de salvarlo, descartando la opción del divorcio.

Rubín compartió las dificultades de hacer pública esta decisión, ya que la están tomando desde un lugar de amor.

Pero se ha convertido en objeto de especulación y chismes, como el rumor de Apio Quijano como tercero en discordia.

La pausa se refiere a su relación como pareja, no como familia, y recientemente compartieron momentos juntos celebrando el cumpleaños del padre de Erik.

El cantante reveló que la decisión de separarse surgió después de buscar asesoramiento profesional a través de la terapia.

Aunque admitió que el proceso es doloroso, destacó que la motivación principal es el bienestar de sus hijas, Mía y Nina.

Quienes han brindado su apoyo. Afirmó que están abiertos a cualquier resolución y que seguirán el consejo de los terapeutas.

Erik subrayó la fortuna de ser auténtico consigo mismo y expresó que, a pesar de las dificultades personales, se considera afortunado y lleno de bendiciones.

Manifestó que se encuentra en un buen momento y confía en que eventualmente todo se resolverá de manera positiva.

Respecto a sus hijas, aseguró que están en paz y no permitirán que las tensiones externas afecten su relación familiar.

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