El romance entre Manuel Mijares y Lucero, dos figuras icónicas de la música y el entretenimiento en México, ha sido objeto de gran atención a lo largo de los años.

Aunque su matrimonio terminó en 2011 tras 14 años juntos y dos hijos en común, las especulaciones sobre los motivos de su separación persisten. Los rumores de infidelidad, la intervención de terceros y otros factores han circulado en los medios desde el fin de su relación.

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Sin embargo, a lo largo de su carrera, Mijares ha demostrado que su legado va más allá de su vida personal. Nacido en 1958 en Ciudad de México, creció en una familia que fomentó su amor por la música. Desde sus inicios con el grupo Sentido hasta su consolidación como vocalista de Los Continentales, Mijares logró destacarse en la escena musical de la década de 1980. Su estilo único, influenciado por su formación en Japón, lo llevó al estrellato con éxitos como Soñador y Bella.

Su matrimonio con Lucero fue un evento mediático que culminó en una boda transmitida en vivo, vista por millones de personas en todo México. A pesar de las críticas y la presión mediática, la pareja parecía feliz y compaginaban su vida familiar con sus exitosas carreras. Sin embargo, los rumores de problemas en su relación comenzaron a surgir poco después de casarse, y aunque trataron de mantener las apariencias, la separación era inevitable.

A pesar del dolor de la ruptura, tanto Mijares como Lucero han mantenido una relación cordial, colaborando en la crianza de sus hijos y trabajando juntos en proyectos musicales. Ambos han demostrado una madurez admirable al continuar apoyándose mutuamente en el ámbito profesional y familiar.

Hoy, Mijares sigue siendo una figura respetada en la música latina. Su legado como cantante, lejos de estar opacado por su vida personal, sigue siendo motivo de celebración, mientras sigue dejando una huella imborrable en la industria.