Esta actriz británica se convirtió en un verdadero símbolo de valentía y generosidad para toda una generación. Después de interpretar a Minerva McGonagall en la serie de películas de Harry Potter, Maggie Smith ganó fama mundial. Encarnó el papel de tal manera que es difícil imaginar a alguien más en su lugar.

Para los fans de la saga, el fallecimiento de su querida actriz es una pérdida significativa. Maggie falleció en Londres, a solo unos meses de su cumpleaños número 100.

Curiosamente, actuar no siempre fue el sueño de Maggie. De hecho, cuando era joven, ni siquiera lo consideraba. Maggie estaba convencida de que su apariencia no era adecuada para la pantalla. Por eso se matriculó en la Universidad de Oxford. Fue durante su tiempo allí que se enamoró del teatro. Su primera aparición en el escenario ocurrió en Oxford, para sorpresa de su familia. Después de graduarse, en lugar de seguir la carrera tradicional, Maggie se unió a la reconocida compañía de teatro de Londres, “Old Vic.”

Durante mucho tiempo, Maggie rechazó ofertas cinematográficas, eligiendo concentrarse en el teatro. Sin embargo, los directores la abordaban constantemente con intrigantes papeles, sabiendo que si el guion despertaba su interés, podría aceptar. La verdadera fama como actriz de cine no llegó hasta la década de 2000, cuando asumió el papel de la profesora McGonagall.

Durante el rodaje de una de las entregas de Harry Potter, a Maggie le diagnosticaron cáncer. A pesar de esto, no se apartó del proyecto; su amor por el papel era demasiado fuerte. No es de extrañar que los fans la adoraran.

Para muchos, el fallecimiento de Maggie marcó el fin de una era, cuando los actores más queridos de Harry Potter todavía estaban con nosotros.