Era una tarde tranquila en la casa de Lucerito, justo antes de que ella partiera para su esperada gira por todo México con la obra El Mago.

La joven cantante y actriz estaba más emocionada que nunca, pero había algo que no la dejaba tranquila: su traviesa mente no podía dejar pasar la oportunidad de hacerle una dulce venganza a sus padres, Lucero y Mijares, antes de marcharse.

Todo comenzó cuando Lalo, su mejor amigo y cómplice en mil travesuras, le envió un mensaje de voz: “Oye, Lucerito, ¿no te parece raro que tus papás anden tan… juntos últimamente? Como si fueran dos adolescentes enamorados que se esconden de nosotros… ¡Creo que hay algo que no nos están contando!”.

😘 "Lucerito y Lalo Revelan el Secreto de Lucero y Mijares: ¡Risas, Chismes  y Venganza Viral!". - YouTube

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Lucerito, siempre lista para una buena broma, le respondió: “Tienes toda la razón, Lalo. Hay algo sospechoso aquí… Y ya sabes cómo es mi papá, ¡no me va a decir nada! Vamos a enfrentarlos y hacerles confesar. Si no lo hacen, ¡nosotros lo volvemos viral en las redes!”.

La idea era simple pero brillante: poner a sus padres en aprietos justo antes de que ella partiera de gira. Esa misma tarde, Lucerito reunió a Lalo y a sus padres en la sala de la casa. Lucero estaba sentada, tomando un té, y Mijares estaba revisando su celular cuando, de repente, Lucerito entró con una sonrisa pícara y los brazos cruzados.

“Bueno, ustedes dos, ya es hora de hablar claro”, empezó Lucerito, caminando de un lado a otro como si fuera una detective a punto de resolver un caso. “He notado algunas cosas raras últimamente. ¿Qué son esas miradas, esas salidas secretas? ¿Se están viendo a escondidas como dos adolescentes enamorados o qué?”.

Lucero, que no esperaba semejante interrogatorio, casi derramó su té, mientras Mijares soltó una carcajada nerviosa. “¿De qué hablas, Lucerito?”, preguntó su mamá, intentando mantener la compostura. Pero la joven no se dejó intimidar.

“Vamos, mamá, papá… Sabemos que algo está pasando. Lalo y yo lo hemos estado observando, y si no nos cuentan la verdad, lo siento, pero vamos a sacarlo todo en nuestras redes. ¡Y ya saben cómo se pone la gente con los chismes!”.

Mijares, que apenas podía contener la risa, intentó tomar un sorbo de agua, pero cuando Lucerito mencionó “sacarlo en redes”, casi se ahoga de la risa. “¡Ay, hija! ¿Qué es esto, una broma?”, dijo Lucero, mirando a su hija con una mezcla de incredulidad y diversión.

Lalo, que había estado observando desde el fondo, decidió sumarse al plan: “Señora Lucero, don Mijares, estamos de su lado, pero admitan que hay algo sospechoso. Nos están ocultando algo, ¿verdad?”.

Lucero y Mijares se miraron, intentando contener la risa. Al final, fue Lucero quien rompió el silencio: “¡Ay, mi amor! No puedes hacerle esto a tu madre antes de irte de gira. ¡Nos vas a volver locos con los chismes!”.

“Sí, sí…”, añadió Mijares, todavía riendo. “Y no se atrevan a publicarlo, porque ya sabes cómo son las redes. ¡Un rumor ahí se vuelve incontrolable!”.

Lucerito, viendo que su broma había funcionado, no pudo evitar estallar en risas junto a Lalo. “¡Ay, mamá, papá! Tranquilos, era solo una broma. Quería ver si se ponían nerviosos. Y de paso, es mi pequeña venganza antes de irme de gira. ¡Voy a extrañarlos tanto que tenía que dejarles algo de qué hablar mientras estoy fuera!”.

Lucero y Mijares, aún sonrojados y riendo, abrazaron a su hija. “Bueno, bueno, te perdonamos esta vez”, dijo Lucero. “Pero cuando vuelvas de la gira… ¡no sabes la que te espera!”.

Mijares, aún entre carcajadas, añadió: “Eso sí, ¡te vamos a estar siguiendo de cerca en redes! A ver quién es la próxima en ser investigada… ¡Cuidado con los chismes cuando estés de gira!”.

La divertida reunión terminó en abrazos y más risas, con Lucerito y Lalo satisfechos de haber logrado poner a sus padres en aprietos, aunque fuera por unos minutos.