Una vida dedicada a servir casi 35 años a la familia Aguilar, pero pocos conocen las dificultades que enfrentan las personas que trabajan detrás de los escenarios, como el señor Miguel Muñoz Escobedo.

Nacido en 1940, Muñoz se ha dedicado al cuidado de los animales, especialmente durante las giras por Estados Unidos con la familia Aguilar, una de las familias más célebres en el ámbito de la música y el espectáculo tradicional mexicano.

Muñoz no duda en compartir las dificultades que él y sus compañeros de trabajo han enfrentado. Aunque el trabajo pueda parecer simple—cuidar de los caballos, toros, vacas y asegurar que siempre estén en las mejores condiciones para actuar—la realidad es que a menudo trabajan en condiciones duras y con pocos recursos.

“La gente cree que nuestro trabajo es fácil, pero no saben que a veces pasamos noches enteras sin dormir, sin comer, y vivimos en camiones para cuidar cada animal,” compartió.

La vida de Muñoz no ha sido fácil. Durante las largas giras, él y otros miembros del equipo no tenían el lujo de alojarse en cómodos hoteles. En su lugar, dormían en camiones, con solo una capa de paja como cama.

“Ellos, los artistas, tenían hoteles para descansar, mientras nosotros soportábamos el calor en los camiones, cuidando a los animales día y noche,” recordó.

Un recuerdo inolvidable fue cuando uno de los caballos enfermó en el camino a Tabasco. Muñoz y su equipo pasaron la noche en vela cuidando al animal, pero al final, no sobrevivió.

“El señor Aguilar estaba muy enojado y nos culparon por la muerte del caballo. Hubo momentos en que sentí que mi vida estaba en peligro por este trabajo.”

Sin embargo, a pesar de enfrentar muchas dificultades, Muñoz mantuvo su lealtad y dedicación al trabajo durante 35 años. No solo era responsable del cuidado de los animales, sino también de preparar todo para los espectáculos, grandes y pequeños.

A menudo, tuvo que asumir todo el trabajo solo cuando no había ayuda disponible. “Hubo una vez que me castigaron por beberme unas cervezas en horas de trabajo. Tuve que bañar y cuidar a 12 caballos yo solo, sin ninguna ayuda.”

La vida del señor Miguel Muñoz es un testimonio de dedicación y resistencia de aquellas personas que trabajan detrás de los reflectores, personas que nunca reciben reconocimiento, pero que son esenciales para el éxito de los espectáculos. Ahora, con más de 80 años, recuerda aquellos días con una mezcla de orgullo y nostalgia.

Al mirar hacia atrás, Muñoz puede que no tenga grandes sumas de dinero o una vida lujosa, pero tiene una vida llena de experiencias valiosas y muchas historias que contar a sus nietos. Una vida silenciosa pero significativa, que ha contribuido al éxito de una de las familias de artistas más grandes de México.