En una emotiva entrevista, Lupillo Rivera fue sorprendido con la inesperada visita de su padre, Don Pedro Rivera, lo que provocó una avalancha de recuerdos que conmovieron tanto al famoso cantante como a los presentes en el programa.

Lupillo, visiblemente emocionado, recordó momentos de su infancia junto a su padre, destacando el esfuerzo y las lecciones que Don Pedro le inculcó desde muy joven, enseñándole el valor del trabajo duro y la responsabilidad.

Lupillo narró una anécdota significativa sobre cómo, en tiempos difíciles, su padre le pedía que robara uvas cuando no había comida en casa.

Estos recuerdos de dificultades económicas y sacrificios familiares resonaron profundamente en la audiencia, mostrando un lado vulnerable y humano del artista.

Además, recordó cómo su padre, en medio de su lucha por mantener a la familia, le enseñaba el oficio de la fotografía, llevándolo a cantinas y ranchos donde tomaban fotos para ganarse la vida.

“Vendíamos las fotos a siete dólares”, recordó Lupillo, una muestra clara del esfuerzo familiar por salir adelante en tiempos de crisis.

El momento más conmovedor llegó cuando proyectaron imágenes de Don Pedro Rivera de su juventud, lo que sorprendió a Lupillo. La imagen de su padre trabajando incansablemente, junto a sus palabras de admiración hacia él, hicieron que Lupillo expresara su profundo agradecimiento.

“Soy quien soy por mi jefe”, declaró el cantante, refiriéndose a su padre como su verdadero héroe, por encima de figuras ficticias como Superman o Batman.

Don Pedro, emocionado hasta las lágrimas, recordó con cariño una de las tantas anécdotas de su vida junto a su hijo, como la vez que mataron a un chivo en un restaurante que habían abierto, pero que no tuvo éxito. Entre risas y lágrimas, ambos rememoraron esos momentos difíciles que, a la larga, se convirtieron en experiencias formativas y fortalecedoras para Lupillo.

El segmento cerró con palabras de Don Pedro, quien subrayó el carácter travieso pero trabajador de Lupillo desde niño, y cómo siempre trató de mantenerlo alejado de problemas, dándole responsabilidades desde pequeño, como vender casetes. Estas lecciones de vida, según Lupillo, forjaron su carácter y le permitieron alcanzar el éxito que hoy disfruta.

Este encuentro entre padre e hijo no solo sacó a la luz una faceta poco conocida de Lupillo, sino que también mostró la importancia de los lazos familiares y el impacto que las figuras paternas pueden tener en el desarrollo de una persona.