Desde una infancia humilde en un pequeño pueblo de Guanajuato hasta convertirse en un referente de los corridos tumbados, la historia de Antonio Herrera Pérez, mejor conocido como Junior H, es un testimonio de esfuerzo y pasión por la música.

Criado en Serano, un pueblo con poco más de 5,000 habitantes, Junior H creció en un entorno de escasez económica, donde su padre trabajaba en la construcción y en el cuidado de animales para sustentar a la familia.

Desde pequeño, Antonio aprendió a colaborar en las labores del hogar y, aunque soñaba con estudiar medicina para ayudar a su familia, su destino tomó otro rumbo cuando descubrió el hip hop a los 12 años.

Su interés por la música se encendió cuando su padre le regaló una computadora con la que exploró el software FL Studio. Aprendiendo de manera autodidacta, comenzó a crear bases de hip hop para rapear junto a sus amigos.

Sin embargo, la inseguridad creciente en su pueblo obligó a su familia a emigrar a Utah, Estados Unidos, en busca de una vida mejor.

Ya en Utah, Antonio se adaptó a su nueva realidad mientras estudiaba y trabajaba en restaurantes de comida rápida para ayudar a su familia. Fue en este entorno donde descubrió los corridos tumbados, un género que fusiona los tradicionales corridos mexicanos con el trap y el reggaetón.

Inspirado por este estilo, invirtió sus ingresos en mejorar su equipo musical y aprender a tocar instrumentos, como el acordeón que su padre le regaló a los 15 años.

A pesar de sus responsabilidades diarias, Antonio encontraba tiempo por las noches para componer y grabar sus propias canciones. Con su disciplina y talento, pronto comenzó a destacar en el mundo de la música regional mexicana.

Su esfuerzo y dedicación lo llevaron a consolidarse como uno de los exponentes más importantes del movimiento de los corridos tumbados, conectando con miles de seguidores que se identifican con su historia de lucha y superación.

Hoy, Junior H es un artista reconocido que ha logrado cumplir su sueño de ayudar a su familia y abrirse camino en la industria musical. Su historia es un ejemplo de que la pasión y el trabajo arduo pueden transformar cualquier realidad, sin importar cuán difícil parezca el camino.