Ninón Sevilla, una de las figuras más icónicas de la época dorada del cine, siempre ha sido un enigma en cuanto a su vida personal.

Durante años, se especuló sobre la identidad del padre de su único hijo, pero nunca se conoció la verdad. Ahora, un confidente cercano ha desvelado un secreto que la legendaria actriz había guardado celosamente.

Este misterio, que ha rondado su vida durante décadas, finalmente ha salido a la luz, sorprendiendo a todos los que pensaban conocer su historia.

Emelia Pérez Castellanos, más conocida como Ninón Sevilla, nació en La Habana el 10 de noviembre de 1929. Criada en una familia estrictamente católica, Emelia soñaba con seguir una vida de servicio como monja.

Sin embargo, a medida que crecía, descubrió su pasión por la danza, un arte que chocaba con las expectativas familiares y que tuvo que mantener en secreto durante años.

Decidida a seguir su sueño, adoptó el nombre artístico de Ninón, inspirado en la cortesana francesa Ninón de Lenclos, y comenzó a brillar en los cabarets y teatros de La Habana.

La carrera de Ninón en Cuba fue solo el comienzo de su ascenso al estrellato. Tras mudarse a México, su talento en el escenario la llevó a convertirse en una estrella del cine, con su primera película siendo Carita de Cielo en 1944. Su aparición en Revancha en 1948 consolidó su estatus como una de las grandes actrices de la época.

Sin embargo, el misterio de su vida personal siempre fue un tema de especulación. Se hablaba de un amante del pasado, pero nunca se confirmó su identidad hasta ahora.

Un confidente ha revelado que el padre de su hijo no fue una figura oculta, sino una persona clave en su vida que estuvo profundamente involucrada en su carrera.

Aunque los detalles sobre la identidad de este hombre siguen siendo escasos, esta revelación añade una capa más a la compleja personalidad de Ninón Sevilla, una mujer que, a pesar de las restricciones sociales y familiares, luchó por vivir según sus propios términos.

Ninón Sevilla, cuyo nombre ahora está unido a una nueva revelación sobre su vida privada, sigue siendo una figura fascinante de la historia del cine mexicano, cuyo legado perdura tanto en la pantalla como en los secretos que guardó.