Sandra Reyes, nacida el 31 de mayo de 1975 en Bogotá, Colombia, fue una de las actrices más queridas y talentosas del país.

Su carrera artística comenzó de manera modesta, pero su habilidad para interpretar personajes complejos y su carisma la convirtieron en una figura central en la televisión colombiana. A pesar de su éxito profesional, su vida estuvo marcada por una lucha personal contra el cáncer, que tristemente la llevó a la muerte en 2023.

Reyes debutó en la televisión colombiana en 1993 con la serie Clase Aparte, y rápidamente demostró su capacidad para asumir diversos roles. Su primer gran éxito llegó en 1996 con La Mujer del Presidente, una serie que le permitió ganarse el reconocimiento tanto del público como de la crítica.

No fue hasta 2001, sin embargo, que su carrera alcanzó su punto más alto con el papel de la doctora Paula Dávila en la famosa telenovela Pedro el Escamoso.

Este personaje, una mujer fuerte y decidida, rompió con los estereotipos de belleza femenina y permitió que Sandra se consolidara como una de las actrices más importantes de Colombia.

A lo largo de su carrera, Sandra participó en una gran variedad de proyectos, desde dramas hasta comedias y telenovelas de alto impacto como El Cartel de los Sapos y Negocio de Familia.

A pesar de su éxito en la pantalla, Sandra era conocida por su discreción y su preferencia por una vida sencilla y alejada de los reflectores. Optó por vivir en una finca en Ubaté, Cundinamarca, donde se dedicó a la meditación, la agricultura y el cuidado de su familia.

En cuanto a su vida personal, Sandra fue madre de un hijo, Jerónimo, a quien siempre mantuvo fuera del ojo público. A pesar de los desafíos que enfrentó como madre soltera, Sandra encontraba en la maternidad una fuente de satisfacción mucho mayor que cualquier éxito profesional.

Su hijo, que heredó de ella el amor por el arte y la naturaleza, fue una de las mayores inspiraciones en su vida.

Desafortunadamente, la vida de Sandra se vio truncada a los 48 años debido a una batalla contra el cáncer que comenzó a principios de la década de 2020.

Su lucha fue una prueba de su fortaleza y determinación, pero la enfermedad la arrebató de manera prematura. A pesar de su desaparición física, Sandra Reyes dejó una marca imborrable en la industria de la televisión y en el corazón de quienes la conocieron.

Su legado perdura en cada uno de los personajes que interpretó y en la forma en que vivió su vida, siempre fiel a sus principios de humildad, autenticidad y amor por los demás. Sandra Reyes será recordada no solo como una gran actriz, sino también como una mujer que vivió con valentía y pasión.