Carlos Villagrán, el icónico actor que dio vida a Kiko en *El Chavo del Ocho*, tuvo una trayectoria llena de éxitos, pero también de desafíos personales y profesionales.

Nacido el 12 de enero de 1944 en la Ciudad de México, Villagrán creció en una familia humilde y comenzó su carrera como fotógrafo antes de entrar al mundo del entretenimiento. Su salto a la fama se produjo cuando Roberto Gómez Bolaños, mejor conocido como Chespirito, lo invitó a participar en *El Chavo del Ocho* tras quedar impresionado por su habilidad cómica y expresiones faciales.

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El personaje de Kiko, con sus icónicos cachetes inflados y traje de marinero, se convirtió rápidamente en uno de los favoritos del público. Sin embargo, la popularidad del personaje trajo consigo rivalidades dentro del elenco, especialmente con el propio Chespirito. Villagrán fue acusado de soberbia, y eventualmente dejó el programa en 1978 después de una serie de conflictos creativos y diferencias sobre los derechos del personaje.

Tras su salida, Villagrán enfrentó un veto en las principales televisoras de América Latina, lo que afectó su carrera. A pesar de ello, Kiko siguió siendo uno de los personajes más queridos en la cultura popular, y Villagrán continuó presentándose en shows y giras, manteniendo vivo el legado de su personaje a nivel internacional.

La historia de Carlos Villagrán es un recordatorio de los altibajos que acompañan el éxito en el mundo del entretenimiento, donde las envidias y los desacuerdos pueden oscurecer incluso los momentos más brillantes.