Sara García: La Abuelita del Cine Mexicano y los Secretos de su Vida Personal

Sara García, conocida como “la abuelita del cine mexicano”, es una figura icónica de la Época de Oro del cine mexicano, no solo por su talento y dedicación a la actuación, sino también por la fascinante y a menudo trágica historia de su vida.

Una Infancia Marcada por la Tragedia

Nacida el 8 de septiembre de 1895 en Orizaba, Veracruz, Sara fue la única sobreviviente de 12 hijos. Tras la pérdida de su padre a causa de un derrame cerebral y la muerte de su madre por fiebre tifoidea cuando tenía solo 10 años, Sara quedó huérfana y bajo el cuidado de la directora de su colegio.

A pesar de las adversidades, se destacó como profesora y artista, iniciando su amor por el teatro en sus años de enseñanza.

El Inicio de una Carrera Legendaria

En 1917, Sara comenzó su carrera en el cine de manera fortuita, siendo invitada a participar como extra en una película. Este evento marcó el inicio de una carrera prolífica que la llevaría a actuar en teatro y cine por décadas.

Su entrega a su oficio fue tal que, en una ocasión, decidió sacarse 14 dientes para interpretar a una anciana en la obra “Mi abuelita la pobre”, un sacrificio que consolidó su reputación como actriz comprometida.

Amor y Pérdida

En el ámbito personal, Sara se casó con el actor Fernando Ibáñez, con quien tuvo a su única hija, María Fernanda. Sin embargo, el matrimonio terminó tras descubrir una infidelidad, dejando a Sara como madre soltera.

Trágicamente, María Fernanda falleció joven, a los 20 años, también por fiebre tifoidea. Esta pérdida devastadora marcó profundamente a Sara, quien canalizó su dolor en su trabajo.

La Relación con Pedro Infante

Uno de los capítulos más recordados de su carrera fue su colaboración con Pedro Infante. Aunque inicialmente tuvo conflictos con el actor debido a su impuntualidad, Sara logró transformarlo en un aliado cercano. Su vínculo trascendió la pantalla, convirtiéndose en una especie de familia elegida para Sara tras la muerte de su hija.

Rosario González: La Compañera de Vida

Otro aspecto importante de su vida fue su relación con Rosario González, quien fue su amiga, administradora y, según rumores, su pareja sentimental. Aunque nunca se confirmó públicamente, se especula que ambas compartieron una relación cercana que iba más allá de la amistad, formando un vínculo que duró hasta la muerte de Sara en 1980.

Un Legado Eterno

Sara García es recordada como una actriz que dio todo por su arte, con una vida personal llena de sacrificios y desafíos. Su imagen como “la abuelita del cine mexicano” sigue viva en la memoria colectiva, un testimonio de su talento y de la fuerza con la que enfrentó las adversidades de su vida.