A tan solo una semana del fallecimiento de Silvia Pinal, la familia de la legendaria actriz está envuelta en una ola de rumores y controversias.

Uno de los más llamativos tiene como protagonista a Luis Enrique Guzmán, hijo de Pinal, quien habría generado especulaciones al no asistir al homenaje realizado en Bellas Artes.

Según algunos rumores, la razón de su ausencia sería un exceso de alcohol la noche anterior. Sin embargo, este no es el único escándalo que ha captado la atención pública.

En las últimas horas se ha revelado que Luis Enrique aprovechó la ocasión para cambiar las chapas de la casa de su madre en Jardines del Pedregal. Este acto habría sido para evitar que Efigenia Ramos, la fiel asistente de Silvia Pinal por más de 30 años, tuviera acceso al hogar.

La noticia fue confirmada por fuentes cercanas, quienes detallaron que cuando Ramos intentó ingresar a la vivienda, se dio cuenta de que la llave que siempre usó ya no servía, por lo que tuvo que esperar a que alguien le abriera.

El cambio de chapas no ha pasado desapercibido, ya que se ha señalado que generó un conflicto entre Luis Enrique y su hermana Silvia Pasquel. Al parecer, cuando Pasquel se enteró de la alteración de las cerraduras, tuvo que acceder a la casa por medio de una puerta que conecta con la propiedad de ella, lo que añadió más tensiones a una ya de por sí delicada situación familiar.

Este suceso se suma a los rumores de discordia entre Luis Enrique y sus hermanas, Silvia Pasquel y Alejandra Guzmán. Aunque los tres siempre han negado tales diferencias, los medios no han dejado de especular sobre los problemas internos de la familia.

Además, la relación entre la asistente Efigenia Ramos y los Guzmán-Pinal también ha sido tensa, lo que llevó a Ramos a tomar la decisión de desvincularse por completo de la familia tras años de trabajo al lado de la actriz.

En los últimos días, Efigenia Ramos ha anunciado que regresará a su casa para atender problemas de salud y cuidar al perro de Silvia Pinal, “Cosita”, que tiene un cariño especial por ella. “Este ambiente no es el mío, tengo cuatro aneurismas cerebrales. Estoy cerrando un ciclo”, precisó a la prensa.

Con tantos rumores y peleas internas, la familia de Silvia Pinal se encuentra en el centro de la atención pública. A medida que surgen nuevos detalles sobre las tensiones y decisiones que se toman tras su muerte, los ojos del mundo siguen fijados en ellos, ansiosos por conocer más sobre lo que sucede tras la pérdida de la diva de México.