En el corazón de Mazatlán, a unas calles de la plazuela Machado, se encuentra una pequeña casa amarilla en la calle Constitución.

Esta casa, donde Pedro Infante, ídolo de la época de oro del cine mexicano, nació y vivió sus primeros años, se ha convertido en un museo para honrar su memoria.

A simple vista, la casa parece modesta y discreta, pero al tocar el timbre, Jos, la hija de la señora Ortega, propietaria del lugar, te invita a entrar para descubrir un rincón íntimo de la vida del gran ídolo.

En su interior, el museo exhibe retratos, atuendos que Pedro Infante usó en algunas de sus películas, artículos personales y recuerdos donados por su hija, Lupita Torrentera.

Los visitantes pueden recorrer cuatro coloridas salas, cada una de ellas narrando una parte de la vida y la carrera de Pedro Infante.

El viaje al pasado comienza con su acta de nacimiento, que revela que Pedro Infante Cruz llegó a este mundo a las 2:30 de la madrugada del 18 de noviembre de 1917, así como su constancia de bautismo, donde se menciona que también llevaba el nombre de José y que fue bautizado el 29 de diciembre de 1917.

Finalmente, se encuentra el acta de defunción que marca el trágico 15 de abril de 1957, cuando falleció en un accidente aéreo.

Si deseas conocer más sobre este ídolo del cine mexicano y tienes planes de visitar Mazatlán próximamente, este museo es sin duda una parada obligatoria.