Karina, la talentosa cantante venezolana, ha vivido una extraordinaria travesía junto a su familia en los últimos años, marcada por la asombrosa transformación de su hija Hanna, quien ahora se presenta al mundo como Xander, un joven con barba y una figura que refleja su verdadero ser

Este viaje de autodescubrimiento comenzó en 2016, cuando Hanna confesó a sus padres que se sentía atrapada en el cuerpo de una mujer. Desde entonces, Karina y el padre de Hanna han sido pilares de apoyo durante su proceso de transición de género.

Siete años después, Xander es un apuesto joven mayor de edad, que encara la vida con alegría y autenticidad. La familia recientemente disfrutó de unas vacaciones en Venezuela, donde Karina compartió a través de sus redes sociales la experiencia única de regresar a su tierra natal de vacaciones.

“Se ha materializado un sueño anhelado. Enseñarles a mi hijo de qué está hecho mi país”, expresó emocionada la cantante. A través de un álbum de fotos, se puede apreciar la conexión especial que comparten, un lazo que ha sido fortalecido a lo largo de los años.

Karina, siempre franca, reflexiona sobre la noción de normalidad: “Usamos muy a la ligera aquello de ‘esto es normal’. La normalidad, cada quien la define como le place y lo que le acomode”.

Este enfoque resuena en la forma en que la familia ha abrazado la autenticidad de Xander, desafiando normas preestablecidas para celebrar la identidad única de cada individuo.

Aunque ante las autoridades norteamericanas Xander es reconocido como un joven varón, en el pasaporte aún figura su nombre femenino de nacimiento. Este detalle no ha frenado la determinación de la familia de vivir con plenitud y aceptación.

hija de Karina

Karina, por su parte, continúa deslumbrando a sus seguidores con su voz y talento, manteniendo viva la llama de la música que la catapultó a la fama cuando era joven.

En un giro fascinante, hemos visto a Xander acompañando a su madre en sus presentaciones, tocando la guitarra con destreza. Este vínculo musical no solo refleja el apoyo mutuo entre madre e hijo, sino también la capacidad de la música para trascender barreras y unir corazones en un viaje de amor y autenticidad.

La historia de Hanna, ahora Xander, es una inspiradora narrativa de aceptación, amor familiar y la valiente búsqueda de la autenticidad. Karina no solo ha sido una madre ejemplar al apoyar a su hijo en este proceso, sino que también ha compartido con el mundo la belleza de aceptar y celebrar a quienes somos verdaderamente.

En un mundo que a menudo impone estándares, esta familia nos recuerda que la autenticidad es el camino hacia la verdadera realización y felicidad.

Karina