En la industria del cine mexicano, detrás de las glamorosas alfombras rojas y las celebraciones por las actuaciones, existen historias menos conocidas, pero igualmente impactantes, de rivalidades, luchas personales y tensiones que definen las carreras de los actores. Una de estas historias es el enfrentamiento entre Enrique Rocha y Carlos Cardán, dos de los más reconocidos actores de su generación. Este conflicto, que culminó en una demanda, dejó una huella imborrable en la industria y en las vidas de ambos artistas.

Carlos Cardán: Maestro de los Villanos

Carlos Cardán, nacido como Carlos López Figueroa el 3 de noviembre de 1932, fue uno de los actores más prolíficos del cine y la televisión mexicana. A lo largo de su carrera, que abarcó más de cinco décadas, Cardán se consolidó como el actor ideal para interpretar villanos. Con más de 150 producciones en su haber, incluyendo películas, telenovelas y teatro, Cardán mostró su versatilidad y profundidad actoral. Su trabajo en filmes como Rojo Amanecer, que retrata los trágicos sucesos del Tlatelolco de 1968, le permitió destacar como un actor multifacético y profundo.

En el ámbito televisivo, Cardán dejó una huella imborrable, interpretando personajes complejos en melodramas como Muchachitas, Yo compro esa mujer y Fuego en la sangre. Su capacidad para dar vida a villanos y personajes moralmente ambiguos lo convirtió en una figura central de la televisión mexicana.

Enrique Rocha: Un Galán de la Televisión Mexicana

Enrique Rocha, nacido en 1940, fue otro de los grandes nombres del cine y la televisión mexicana. Conocido por su profunda voz y su imponente presencia física, Rocha se especializó en papeles sofisticados y elegantes. Su enfoque selectivo en los proyectos que aceptaba le permitió mantener una imagen refinada y convertirse en uno de los actores más respetados en el cine mexicano. Su carrera estuvo marcada por papeles en los que interpretaba personajes ricos, enigmáticos o moralmente ambiguos, destacándose en producciones de gran prestigio.

A finales de los años 60, Rocha y Cardán se cruzaron en el camino, dando inicio a una asociación profesional que, si bien fue exitosa en sus primeros momentos, terminó de manera dramática.

El Encuentro y el Conflicto

El enfrentamiento entre ambos actores se desató durante la filmación de Los amores de Juan Charrasqueado en 1968, una película ranchera en la que Rocha decidió participar no solo como actor, sino como productor. Para su sorpresa, y a pesar de sus reservas sobre el género, Rocha contrató a Cardán para un papel importante en la película. El rodaje fue un éxito, y al finalizar la producción, el elenco celebró en un club nocturno en la Ciudad de México.

Fue en este ambiente festivo cuando las tensiones entre Rocha y Cardán salieron a la superficie. Tras algunas copas, Rocha comenzó a burlarse de Cardán, sugiriendo que carecía del talento necesario para mantenerse en la industria. Estos comentarios, cargados de sarcasmo y desdén, provocaron la ira de Cardán, quien, conocido por su temperamento explosivo, intentó ignorarlos al principio. Sin embargo, las provocaciones fueron cada vez más personales y directas. Finalmente, Rocha lanzó un insulto que cuestionaba la capacidad de Cardán para continuar en la industria del cine, lo que desató la furia del actor.

El Golpe y la Demanda

Cardán, incapaz de controlar su ira, golpeó a Rocha, causándole un daño significativo en su ojo izquierdo. Según los testigos, el incidente fue tan impactante que detuvo la fiesta de inmediato. Rocha fue llevado al hospital, donde los médicos determinaron que su ojo había sufrido un trauma severo, y en un principio, se temió por la pérdida de la visión en ese ojo. A pesar de este golpe, Cardán expresó arrepentimiento y trató de reconciliarse con su colega, ofreciéndole una disculpa sincera. Sin embargo, Rocha, profundamente ofendido, rechazó la disculpa y decidió tomar medidas legales contra Cardán, demandándolo por daños y perjuicios.

Como parte de su respuesta, Rocha también retuvo parte del pago que Cardán debía recibir por su participación en Los amores de Juan Charrasqueado, lo que agregó una capa de tensión a la situación. La demanda y la disputa fueron ampliamente cubiertas por los medios de comunicación de la época, convirtiéndose en un episodio notorio de la industria del entretenimiento mexicano.

El Legado y la Lección

Aunque el altercado entre Cardán y Rocha se convirtió en un escándalo, este incidente no empañó significativamente las carreras de ambos actores. Cardán, tras el altercado, se comprometió a controlar mejor su temperamento y continuó su exitosa carrera, mientras que Rocha consolidó su estatus como galán del cine mexicano y luego se aventuró en papeles más maduros en televisión.

A pesar de sus diferencias, ambos actores continuaron siendo figuras icónicas en la cultura del cine mexicano. Cardán, reconocido como el maestro de los villanos, dejó un legado duradero con papeles en películas como Las Poquianchis y Rojo Amanecer. Rocha, por su parte, mantuvo una exitosa carrera en televisión, ganándose el cariño del público por sus papeles refinados y carismáticos.

El enfrentamiento entre ambos sigue siendo un recordatorio de las tensiones que pueden surgir en un ambiente tan competitivo como el de la industria del entretenimiento, y cómo estas rivalidades, aunque a menudo dramáticas, son parte de la historia detrás de las cámaras.