La semana pasada, el exsuperestrella del fútbol, David Beckham, compartió una serie de fotos idílicas de su vida en el campo en Instagram. Las imágenes, que mostraban gallinas, perros y colmenas, parecían retratar una existencia pacífica y simple. Sin embargo, la publicación rápidamente desató una acalorada discusión sobre la apariencia de la leyenda del fútbol.

Muchos seguidores se apresuraron a señalar lo que percibían como cambios en los rasgos faciales de Beckham, especialmente en sus ojos y cejas. Los comentarios inundaron la publicación, cuestionando si se había sometido a procedimientos estéticos como Botox o rellenos. Algunos críticos fueron particularmente duros, sugiriendo que sus cejas eran “extrañas” o que tenía “demasiado relleno”.

A pesar de los comentarios negativos, los fanáticos de Beckham se unieron en su defensa, elogiando su apariencia y carácter. Compartieron anécdotas positivas sobre sus encuentros con él, enfatizando su amabilidad y carisma.

Mientras continuaba el debate sobre la apariencia de Beckham, un detalle que llamó la atención fue el brillo saludable en su frente. Esto llevó a especulaciones de que podría estar utilizando tratamientos para la piel como peelings químicos. Beckham ha mencionado anteriormente que sigue una rutina de cuidado de la piel que incluye limpiadores y humectantes.