Hiromi Rollin: La Última Amante de Alain Delon

El amor no conoce de edades y puede surgir en los lugares más inesperados. Sin embargo, la historia de Hiromi Rollin, una mujer japonesa de 66 años, y Alain Delon, un ícono del cine, ha estado marcada por la controversia y el dolor.

La Relación

La relación entre Hiromi y Alain comenzó en 1992 durante el rodaje de El regreso de Casanova. En ese momento, Delon tenía 56 años y ella era asistente del director, con aproximadamente 34 años. Desde entonces, su conexión creció, aunque estuvo marcada por altibajos y complicaciones.

A lo largo de los años, Hiromi desempeñó un papel crucial en la vida de Delon, especialmente tras un derrame cerebral en 2019 que requirió hospitalización. Desde 2019 hasta principios de 2024, Hiromi vivió con él en su mansión en Ducky, donde se convirtió en su cuidadora y compañera.

El Conflicto Familiar

Sin embargo, la relación entre Hiromi y Alain no fue del agrado de sus hijos. A principios de 2024, los hijos de Delon acusaron a Hiromi de influencia indebida sobre su padre y la expulsaron de la casa. A pesar de que Alain abogó por ella, la tensión aumentó. En enero de 2024, Delon fue puesto bajo tutela judicial y se le asignó un guardaespaldas las 24 horas.

El conflicto culminó en agosto de 2023, cuando Alain falleció. Hiromi expresó su devastación por no haber podido despedirse. “Me robaron la vida”, dijo, refiriéndose a la situación.

Las Consecuencias

Tras la expulsión, Hiromi se mudó a un suburbio parisiense y se sintió sola y abandonada. Sus intentos por ver a Alain fueron frustrados, incluso cuando él le dejó mensajes expresando su soledad. Los hijos de Delon, por su parte, continuaron desestimando su relación.

La muerte de Alain Delon ha dejado un vacío no solo en la industria del cine, sino también en la vida de Hiromi, quien ha quedado marcada por una historia de amor y desamor que revela las complejidades de las relaciones humanas.

Reflexiones Finales

La historia de Hiromi Rollin y Alain Delon es un recordatorio de que el amor puede florecer en cualquier circunstancia, pero también de que las relaciones a menudo se ven afectadas por las dinámicas familiares y las presiones externas. Mientras el legado de Alain continúa vivo, el destino de Hiromi es un testimonio del lado más humano de la historia.

Su historia es un claro ejemplo de cómo el amor, a veces, se convierte en un campo de batalla, y cómo la soledad puede ser la consecuencia más devastadora de las disputas familiares.