La reciente partida de Silvia Pinal, reconocida como la última diva del cine mexicano, ha puesto en el foco público.

La distribución de su considerable patrimonio, acumulado a lo largo de una destacada carrera en cine, teatro y televisión.

Su legado incluye propiedades, obras de arte y negocios que reflejan una vida de éxito y dedicación.

Entre sus bienes más destacados se encuentra una mansión en Jardines del Pedregal, Ciudad de México, valuada en aproximadamente 65 millones de pesos.

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Además, poseía el Teatro Silvia Pinal, una importante institución cultural en el país.

Su colección de arte incluye un retrato pintado por Diego Rivera en 1956, con un valor estimado de más de 3 millones de dólares.

Silvia Pinal también incursionó en el mundo empresarial, siendo propietaria de varios estacionamientos en la Ciudad de México, que generaban ingresos mensuales superiores a 9 millones de pesos.

En cuanto a la distribución de su herencia, la actriz fue previsora y dejó un testamento bien estructurado para evitar conflictos familiares.

Sus principales herederos son sus hijos: Sylvia Pasquel, Alejandra Guzmán y Luis Enrique Guzmán.

Se especula que Sylvia Pasquel heredaría el Teatro Silvia Pinal; Alejandra Guzmán, las cuentas bancarias; y Luis Enrique Guzmán, la mansión en Jardines del Pedregal.

Además, sus nietos y bisnietos, incluyendo a Frida Sofía, estarían contemplados en la distribución de algunos bienes.

Es importante destacar que, tras el fallecimiento de la productora de teatro Tina Galindo, quien fungía como albacea del testamento.

La familia debió nombrar a un nuevo albacea para garantizar el cumplimiento de la última voluntad de Silvia Pinal.

La vida y legado de Silvia Pinal no solo se reflejan en su aportación al arte y la cultura mexicana.

Sino también en la cuidadosa planificación de su patrimonio, asegurando que sus seres queridos continúen beneficiándose de su esfuerzo y dedicación.