En noviembre de 2023, El Salvador se convirtió en el centro de atención global al ser el anfitrión de la 72ª edición del certamen de Miss Universo, donde concursantes de 84 países compitieron por la prestigiosa corona. Entre las participantes destacadas estuvo Jane Dipika Garrett, una joven de 22 años que representó a Nepal. Garrett hizo historia al convertirse en la primera delegada de talla grande en la competencia, desafiando las normas tradicionales de belleza en una industria conocida por sus estándares convencionales.

Nacida y criada en Katmandú, el camino de Garrett hacia el escenario global como Miss Universo Nepal mostró su carisma, determinación y defensa de la positividad corporal. Su presencia cautivó al público mundial, al igual que lo hicieron ganadoras anteriores como Olivia Culpo, quien obtuvo la corona en 2012.

Garrett rápidamente se convirtió en la favorita del público, no solo por su apariencia, sino también por el mensaje empoderador que aportó a la competencia. Durante la ronda en traje de baño, desfiló con confianza en una bañador metálico de una sola pieza con tirantes al cuello. El fruncido en la cintura realzó su figura y lanzó un mensaje poderoso sobre la celebración de la confianza en el cuerpo.

En la sección del vestido de noche, Garrett rindió homenaje a su herencia del sur de Asia. Lució un impresionante vestido rojo y dorado, fusionando elementos tradicionales con un diseño moderno. Los detalles intrincados y los colores vibrantes reflejaron su orgullo por la rica cultura de Nepal, destacándose como un símbolo de tradición e innovación.

Al reflexionar sobre su experiencia, Garrett compartió: “Estoy muy orgullosa de representar la belleza de talla real en un escenario internacional, rompiendo estereotipos en los certámenes de belleza. Esta temporada de mi vida fue transformadora, y siempre la recordaré”. A pesar de convertirse en un faro de cambio, Garrett enfrentó su parte de detractores, con críticos en línea atacando su apariencia. Los comentarios iban desde observaciones despectivas como “Jajaja, he visto chicas más bonitas” hasta crueles burlas como “Miss Jumbo, no Miss Universo”. Sin embargo, Garrett permaneció imperturbable ante la negatividad.

Para Garrett, el certamen de Miss Universo fue mucho más que una competencia. Fue una plataforma para desafiar los estereotipos arraigados, redefinir la belleza e inspirar el cambio. Su valentía y autenticidad dejaron un impacto duradero en el mundo de la belleza, demostrando que la verdadera belleza va más allá del tamaño. El notable viaje de Jane Dipika Garrett es un testimonio de resiliencia y empoderamiento, mostrando que la autenticidad y la autoaceptación siempre eclipsan las críticas.