Ursula Andress ha llevado una vida vibrante y aventurera. A los 17 años, dejó su hogar con un amante casado que tenía el doble de su edad, instalándose en Roma, donde trabajó como niñera.

Su apariencia llamativa y poco convencional la hizo destacar, llegando incluso a atraer la atención de Interpol.

Su belleza natural, figura audaz y cabello lujoso la llevaron al cine, ganándose el título de “la chica Bond más hermosa” por su papel junto a Sean Connery.

La vida romántica de Ursula se rumoreaba que incluía relaciones con numerosos hombres famosos y ricos, incluyendo a Elvis Presley, Marcello Mastroianni y Jean-Paul Belmondo, aunque oficialmente se casó solo dos veces. Se convirtió en madre a los 44 años, dando la bienvenida a su hijo Dimitri al mundo.

Ahora, con 88 años y viviendo una vida privada en Suiza, la apariencia de Ursula ha cambiado significativamente con los años.

A pesar de haberse sometido a inyecciones cosméticas y cirugía plástica en busca de la juventud, el tiempo inevitablemente ha dejado su marca. Además, hoy enfrenta serios problemas de salud.