“¡No volveré a jugar en ningún otro club!” Lionel Messi anunció oficialmente que el Inter Miami será la última parada de su ilustre carrera.

El ocho veces Balón de Oro no piensa todavía en colgar las botas, lo que es una gran noticia para los puristas

“El descanso es muy importante hoy en día. A medida que envejecemos, todo se vuelve más difícil”, dijo Lionel Messi al abordar sus recientes problemas físicos en el podcast ‘Big Time’. La superestrella del Inter Miami siempre ha sido refrescantemente honesto y volvió a demostrar un control total de sus emociones cuando se enfrentó a una serie de preguntas desafiantes en su última entrevista, que se transmitió en Arabia Saudita a principios de esta semana.

“Sé que tan pronto como crea que ya no puedo rendir, o que ya no puedo disfrutar del juego, o que no puedo ayudar a mis compañeros, dejaré de hacerlo”, añadió. “Soy realmente autocrítico; Sé cuando soy bueno y cuando soy malo. Entonces, para mi jubilación, no importará la edad que tenga. Si me siento bien seguiré jugando”.

El jugador de 36 años ha tenido un buen comienzo en la nueva campaña de la MLS, con cuatro goles en sus primeras tres apariciones, pero pequeñas lesiones han alterado su ritmo. Ese ha sido el caso durante los primeros ocho meses de Messi en el DRV PNK Stadium, con aficionados de todo el mundo haciendo todo lo posible para comprar entradas para los partidos de Miami, sólo para quedar decepcionados.

Messi es el mayor atractivo del fútbol y Miami está bajo una enorme presión para asegurarse de que juegue lo más posible, pero hasta ahora han priorizado su salud a largo plazo sobre las ganancias financieras. Es absolutamente vital que eso no cambie, no sólo por el bien del crecimiento continuo de la MLS, sino por el juego en su conjunto.

Expectativas irrealistas

El Inter Miami agotó las entradas para todos y cada uno de sus partidos en casa y fuera de casa para la temporada 2024 de la MLS ya en noviembre, a pesar de que los precios de los asientos en ciertas áreas de su estadio se duplicaron con respecto a la campaña anterior. Según  The Athletic , el club vale ahora más de mil millones de dólares, y su valor se ha disparado en 400 millones de dólares desde la llegada de Messi el verano pasado, y su innovador acuerdo de reparto de ingresos con Apple ha provocado un aumento masivo de espectadores de la MLS.

La Messimanía se ha apoderado de Estados Unidos cuando superestrellas de otros deportes como LeBron James y Novak Djokovic han acudido para ver al diminuto mago en acción, junto con celebridades mundialmente reconocidas como Leonardo DiCaprio, Kim Kardashian, Halle Berry, Selena Gomez. y Kim Kardashian. Es un nivel de fanfarria sin precedentes, y aunque Messi ha podido en gran medida darles a sus seguidores el valor de su dinero, muchos de ellos todavía tienen expectativas poco realistas.

Además de sus compromisos en la MLS, Miami defenderá su título de la Copa de la Liga 2023, que ganó principalmente gracias a la brillantez de Messi, y también tiene que competir en la Copa Abierta de Estados Unidos y la Copa de Campeones de la CONCACAF. El equipo de Tata Martino, por supuesto, apuesta por ganarlo todo, pero aprovechará cualquier oportunidad para darle descanso a Messi para que esté disponible en los partidos más importantes, independientemente de cualquier posible reacción.

Evitar ‘riesgos graves’

Miami se embarcó en una muy esperada gira de cuatro partidos por Asia que se extendió a lo largo de enero y febrero, con Messi como atracción estrella, pero el intento de expandir su imperio rápidamente se convirtió en un desastre de relaciones públicas cuando quedó derribado por una lesión muscular. Messi participó en sus dos primeros partidos en Oriente Medio contra Al-Hilal y Al-Nassr, aunque sólo entró durante los últimos siete minutos en el segundo partido, pero ni siquiera salió del banquillo en un amistoso posterior contra un Equipo All-Star de Hong Kong, que causó revuelo.

David Beckham, copropietario de Miami y que desempeñó un papel clave a la hora de atraer a Messi a Estados Unidos, intentó apaciguar a los 40.000 espectadores que estaban abarrotados tras la victoria de su equipo por 4-1 agradeciéndoles su hospitalidad, sólo para ver su voz ahogada por abucheos, y el gobierno de Hong Kong pidió más tarde a los organizadores una explicación de por qué Messi no jugó.

Martino dio su propia versión ante los medios, ya que Luis Suárez también se perdió el partido por lesión. “Esta decisión se tomó junto con el personal médico. Corríamos mucho riesgo de agravar sus lesiones y por eso no pudieron estar en el partido”, afirmó. “Pedimos disculpas, pero espero que puedan entender que, si tuviéramos la oportunidad de que jugaran por un tiempo, lo habríamos hecho. Pero estábamos asumiendo serios riesgos y por eso, junto con el personal médico, tomamos esta decisión”.

Messi entró durante los últimos 30 minutos del último partido de la gira de Miami contra Vissel Kobe, pero eso solo sirvió para generar más controversia. El periódico estatal chino  Global Times  afirmó que su cameo en Tokio “magnificó las dudas y sospechas sobre la integridad del Inter Miami y del propio Messi”, mientras los organizadores anunciaban un reembolso del 50 por ciento a los aficionados que habían asistido al partido.

Fue una farsa y la disculpa de Martino debería haber sido más que suficiente. Miami protegió su preciado activo en lugar de poner en peligro sus posibilidades de estar listo para el inicio de la temporada de la MLS, y ese tipo de lealtad podría contribuir en gran medida a prolongar su ilustre carrera.

El mariscal de campo de Miami

El enfoque cauteloso de Miami dio sus frutos, ya que Messi inicialmente realizó una serie de actuaciones brillantes para llevar al equipo de Martino a la cima de la Conferencia Este. Sin embargo, se perdió sus últimos cuatro partidos de la MLS debido a sus persistentes problemas musculares. El ex delantero del Barcelona también tuvo que retirarse de los amistosos de marzo de Argentina contra El Salvador y Costa Rica, y Martino insistió antes de confirmar esa noticia: “La lesión de Messi hay que afrontarla semana a semana y la evaluaremos. Lo que está claro es que hay un objetivo con él, que es jugar los cuartos de final de la CONCACAF”.

Miami will face Monterrey in the first leg of their Champions Cup quarter-final on Wednesday, and all being well, Messi will be back in the starting lineup. As Martino touched on, this is a learning experience for the club and the player himself, who has historically been able to avoid any major injury setbacks.

One of the main reasons Messi was able to win so many trophies and Ballons d’Or at Barcelona was because of how carefully he looked after his body. He’s also cleverly been able to adapt his game over the years, going from dynamic winger to false nine in the earlier stages of his career, before becoming more of a wide playmaker in his early 30s and then eventually embracing a quarterback-type role.

Much has been made of how much Messi walks in matches since his transition into that final phase, but its merely a tactic to conserve energy, so that that he can explode into life an the opportune moments and make a decisive impact in the final third. And even now, there is no other player in world football more exciting to watch in full flow.

Perfect balance

“This is what I was looking for when we made the decision with my family: to enjoy it once more, as I’ve done my whole career, after two difficult years, the truth is we had it rough [at Paris Saint-Germain],” Messi said in an interview with ESPN in August. “But as luck would have it, we’re in a place where we’re happy not just because of the results on the pitch, but because of the everyday life with my wife, my kids, our lifestyle and the way we spend our time. Truth is, we’re enjoying this moment very much.”

Much has been made of Messi’s underwhelming two-year spell at PSG, and this was not the first time has been outspoken about his struggles in the French capital, but it certainly can’t be classed as a complete failure. Messi got his hands on back-to-back Ligue 1 titles and racked up 32 goals and 27 assists in 75 appearances, despite never properly settling at Parc des Princes, and also led Argentina to their third World Cup.

He settled the eternal GOAT debate at Qatar 2022, effectively sealing his eighth Ballon d’Or in the process, and had nothing left to achieve in European football by the end of his second season at PSG. Messi did the right thing by heading stateside, where he now has the ideal mix between soccer and family life, and the freedom to play at his own pace in a league that is incredibly fortunate to have him.

There is absolutely no doubt Messi could still be playing at the highest level in Europe. A Barcelona homecoming was on the table before his switch to MLS, while Champions League finalists Manchester City and Inter were also mooted as possible destinations, but achieving longevity and peace of mind were his main goals.

Miami tied Messi to a two-and-a-half year contract with the option of the extra year, which could see him remain in Florida until the end of 2026, after the Canada, Mexico and the United States host the World Cup. After Qatar, Messi hinted he was close to retirement from international football, but joining Miami has changed everything, and it’s entirely possible he could yet have one final swansong on the global stage.

Last great maverick

Messi will certainly be front and center when Argentina defend their Copa America crown in the U.S. this summer, and no one would be surprised if he carries Lionel Scaloni’s men all the way to a third successive major trophy. As the game continues to become more of a tactical affair and managers get bogged down in picking the most efficient formations while demanding that even their most talented players stick to very specific roles, true mavericks in the mould of Messi are becoming rarer and rarer.

Football still needs Messi for that reason. The next generation should aspire to express themselves freely and stand out from the crowd, as he has done for the best part of 20 years, instead of obsessing about the intricacies of the game that seem to constantly be increasing.

Messi makes everything on the pitch look simple, and every time he plays, there will be at least one moment when he does something to make your jaw drop. It’s exhilarating to behold, and his genius must be cherished for as long as possible.

He doesn’t have anything to prove to anyone at this stage, but still manages to illicit that same special emotional response, because he remains a master of his craft. And only when Messi finally stops playing and there is no one there to take his place will the full scope of his inimitable talent truly hit home.

The bigger picture

Messi has always been a serial winner, too, a man who has so often taken games by the scruff of the neck when his team are in dire straits. Moving to MLS hasn’t changed that.

“The number ones maintain throughout their entire career the way they compete and the desire to win, regardless of where they play,” Martino said earlier this month. “That is a big trait of his. Today I still see it in the same way as the first time in Barcelona, the desire to go for everything that falls on his path.”

Inter Miami is not the place Messi has chosen to wind down towards retirement. He wants to add another trophy-laden chapter to his story, and enhance his legacy by single-handedly elevating the profile of America’s flagship competition to never-before-seen heights.

But most of all, he just wants to enjoy playing football, and watching a happy Messi do what he does best is still the most beautiful sight in football. Miami are doing everything in their power to create the perfect environment for him to do exactly that, and should be commended for their efforts.

Beckham y compañía están trabajando para preservar el activo más valioso del juego, y no importa si eso implica envolverlo en algodón de vez en cuando. Nunca habrá otro Messi, y todos deberíamos estar agradecidos de que esté en un club que comprende plenamente lo especial que es.