Un conductor de autobús, George Harris, estaba cerca de terminar su turno cuando comenzó a nevar fuertemente, lo que aumentó la frustración de un día ya estresante. Mientras los pasajeros subían, una anciana con un largo abrigo luchaba por encontrar su billetera. George se impacientó, ya que llegaba tarde para conocer a los padres de su novia, Angelica, por primera vez. La mujer se disculpó varias veces, alegando que había perdido su billetera y su teléfono después de comprar el regalo de compromiso de su nieta. A pesar de su angustia, George le gritó, acusándola de intentar engañarlo, y la obligó a bajarse del autobús en medio de la tormenta de nieve.

George, decidido a causar una buena impresión en los adinerados padres de Angelica, se apresuró para encontrarse con ellos, con la mente centrada en la cena que se avecinaba. Angelica, hermosa e inteligente, había defendido su relación con él a pesar de que su familia desaprobaba el modesto trabajo de George. Después de una tensa media hora, George llegó a la impresionante casa de ladrillo en Tribeca, ajustándose la corbata nerviosamente. Angelica lo recibió calurosamente, y al entrar, fue presentado a su madre, Meredith, quien parecía acogedora pero formal.

Durante el recorrido por la casa, George se sorprendió al ver una fotografía de la misma mujer que había echado del autobús. Meredith explicó que la mujer en la foto era la abuela de Angelica, una persona difícil que había perdido su billetera ese día. Justo cuando George comenzaba a procesar esto, el padre de Angelica llegó con la anciana mujer—la abuela Millie—quien, para horror de George, lo reconoció de inmediato. Ella lo acusó de ser el grosero conductor de autobús que la había echado a la nieve.

La tensión en la habitación aumentó mientras la abuela Millie recordaba el incidente, su ira evidente. Angelica, confundida, intentó calmar a su abuela, pero la situación se volvió más incómoda a medida que la descripción de los hechos de Millie pintaba a George como el villano. A pesar del incómodo enfrentamiento, George trató de mantenerse calmado, pero no pudo evitar la sensación de que ese momento podría poner en peligro su relación con Angelica y su familia.

A medida que avanzaba la noche, George luchaba con las repercusiones del enfrentamiento, y su intento inicial de causar una buena impresión se vino abajo. Lo que comenzó como una noche esperanzadora con la familia de su novia rápidamente se convirtió en una experiencia incómoda, obligando a George a reflexionar sobre sus acciones y el impacto que podrían tener en su futuro con Angelica.