Sebastián Rulli y Angelique Boyer celebran una década de relación y, en una reciente entrevista, compartieron sus pensamientos sobre el crecimiento personal, la independencia de sus hijos y los retos que enfrentan como padres.

La pareja, que ha sido admirada por su amor y apoyo mutuo, también se enfrentó a la partida de uno de sus hijos a Estados Unidos, un momento que, aunque difícil, les ha brindado una satisfacción profunda.

El hijo de Sebastián, quien ha partido para estudiar y dedicarse al deporte que ama, ha recibido el apoyo incondicional de su padre. Sebastián, visiblemente emocionado, compartió que esta experiencia no fue fácil, pero la mantiene en perspectiva.

“Es duro, pero también satisfactorio, porque lo veo con un sueño a sus catorce años, luchando por lo que quiere”, expresó Rulli. Su reflexión se centra en el orgullo que siente al ver a su hijo esforzándose por alcanzar sus metas, algo que él mismo no experimentó a esa edad.

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Angelique, por su parte, se unió a las palabras de Sebastián, elogiando su dedicación como padre. “Me siento muy orgullosa de Sebastián y admiro mucho el apoyo que le está dando a Santi”, comentó la actriz. La pareja ha demostrado ser un gran equipo, y el compromiso de Sebastián con la educación y el bienestar de su hijo no pasa desapercibido. Sin embargo, la falta de tiempo para acompañarlo en su transición a la escuela también resuena en Angelique, quien valora enormemente su papel como madre y su capacidad para criar a un niño con valores sólidos.

En el transcurso de la conversación, Rulli reflexionó sobre el celos y la inseguridad en una relación. “Siempre tuve la idea de que el celos es inseguridad. Cuando uno empieza en el juego del amor, siente miedo”, afirmó. A lo largo de su relación, han aprendido a gestionar esos miedos y a evitar las relaciones tóxicas, lo que les ha permitido crecer juntos de una manera más saludable y segura. La madurez que han alcanzado a lo largo de los años ha contribuido a su conexión, consolidando un vínculo que parece inquebrantable.

La pareja también abordó la mezcla de sentimientos que acompaña a la partida de sus hijos. Aunque es un momento de orgullo verlos volar y alcanzar su independencia, la ausencia genera una sensación de vacío. “Es un sentimiento encontrado, porque te da orgullo saber que son independientes, pero a la vez, sientes la falta”, compartió Karla, quien moderó la conversación. Ambos expresaron su deseo de mantener el apoyo y la cercanía con sus hijos a pesar de la distancia.

La vida de Sebastián y Angelique no solo se caracteriza por su amor mutuo, sino también por su compromiso con su familia y sus hijos. A medida que sus hijos se aventuran en nuevas etapas de sus vidas, la pareja sigue trabajando para ser el soporte emocional y educativo que necesitan. “Pido a Dios que me dé la sabiduría para saber llevar esto”, reflexionó Rulli, dejando claro que, aunque la vida puede ser difícil, el amor y el apoyo familiar siempre prevalecerán.

Con una década de amor a sus espaldas, Sebastián Rulli y Angelique Boyer se muestran más unidos que nunca, enfrentando los retos de la paternidad con valentía y optimismo. En su camino juntos, han encontrado la manera de seguir creciendo, y su historia continúa inspirando a muchos que los admiran.