Después de el doloroso final de su segundo matrimonio abusiv0, Cara Brookins quedó emocionalmente destrozada.

Sin embargo, en lugar de dejarse vencer, decidió tomar el control de su vida. Con un presupuesto ajustado y una pequeña computadora como su única herramienta.

Comenzó a buscar una nueva perspectiva para su familia, que en ese momento se encontraba en una situación complicada.

Brookins ideó un plan audaz: construir su propia casa desde cero. Aunque nadie más veía la posibilidad, ella se propuso llevar a cabo este ambicioso proyecto.

Gastó $20,000 en un terreno de un acre y obtuvo un préstamo, Sigue leyendo para que conozca la casa y ver cuanto cogió de préstamo un poco mas abajo de esta nota.

Sin experiencia previa en construcción, recurrió a videos de YouTube para aprender habilidades clave, desde verter una losa de concreto hasta enmarcar paredes y manejar instalaciones de gas y plomería.

Durante los nueve meses que duró la construcción de su casa de 3500 pies cuadrados, sus cuatro hijos, de edades comprendidas entre 2 y 17 años, se unieron a ella en esta increíble empresa.

La falta de agua corriente en la propiedad no les impidió avanzar. Los niños se involucraron activamente, como Jada, quien a la edad de 11 años transportaba agua desde el estanque de un vecino para mezclar con sacos de concreto y crear el mortero de base.

La determinación de Brookins y su familia era admirable. Trabajaban en la construcción después de la escuela.

Y Brookins también trabajaba mientras los niños estaban en clase. Incluso pagó a un bombero a tiempo parcial con experiencia en construcción para obtener ayuda en las tareas más desafiantes.

Finalmente, el 31 de marzo de 2009, Brookins y sus hijos se mudaron a su nueva casa de cinco habitaciones, a la que llamaron Inkwell Manor en honor a sus aspiraciones como escritora.

La historia de Cara Brookins es un testimonio inspirador de la capacidad de superación y el empoderamiento.

Su experiencia la ayudó a superar su difícil pasado y encontrar un nuevo propósito en la vida. Como dice ella misma,

«Si puedo construir una casa completa siendo una programadora de 110 libras, tú también puedes lograr cualquier cosa que te propongas».

Su mensaje es claro: fija un objetivo, da pasos pequeños hacia él y lleva contigo a las personas que necesitan sanarse en el camino. Este enfoque tiene un poder transformador.

Mira aquí cuanto cogió prestado

Gastó $20,000 en un terreno de un acre y obtuvo un préstamo de $150,000 para financiar la construcción.